Historia dedicada para mi mejor amigo que en paz descanse.
Anyelik recordaba ese dia en que su vida cambió.
ella solo tenía 13 años cuando sus padres murieron en aquel accidente,
desde entonces vive con su vecino Fernando, que por aquel entonces él tenía 18
años.
él siempre fue muy amable con la familia de Anyelik, y como al morir sus
padres no tenía mas parientes que pudiesen cuidarla, decidió adoptarla como su
hermana pequeña.
lo malo es que ya desde antes de eso, él sentía algo por ella, por esa niña
siempre alegre, sonriente, y aun así, con la muerte de sus seres queridos, ella
era fuerte y su sonrisa no desaparecía de su cara.
lo que él no sabía, es que Anyelik sentía lo mismo que él sentía por ella.
ya habían pasado dos años, Anyelik ya tenía 15 años y Fernado 20.
Esa mañana Anyelik miraba una vieja foto de sus padres, siempre intentaba
ocultar su tristeza delante de los demás, sobretodo delante de Fernando, quería
ser fuerte por él, pues, Fernando vivía solo desde los 14 años, sus padres
trabajaban en el extranjero y le mandaban dinero, además que, Fernado también
tenía una pastelería donde Anyelik tambien le ayudaba, todas las tardes la
abrían y se ponían a vender los ricos dulces que preparaban.
pasaba su mano sobre el cristal que protegía la foto, cuando de pronto,
entró Fernando sin avisar, fue tal el susto que el marco cayó al suelo y el
cristal se hizo mil pedazos.
Anyelik rapido fue a taparlo mientras sus lagrimas resbalaban,
-Anyelik, que te pasa, que es eso que se ha roto.
-no, vete, no mires, vete de aquí.
-no, enséñame lo que es, estás llorando lo que intuyo que es algo que te
causa un gran dolor.
Al final el consiguió apartarla, allí vio la foto, Anyelik estaba aún
llorando, Fernando instintivamente la abrazó con fuerza.
-porque me ocultabas esto, no debes sufrir en silencio.
-lo se, pero no quiero amargarte con mis recuerdos.
-tu no me amargas por eso, comprendo que lo pasas mal y si lo ocultas
estarás peor.
-es que, no dejo de pensar, que a lo mejor si hubiese estado en ese coche,
la cosa habría cambiado, si me hubiesen esperado mientras me ponia las zapatillas
para irme con ellos, ese camión habría pasado como un minuto antes de que
llegasen a esa rotonda.
pero yo, simplemente les dije que ese dia no me apetecía ir a ver como
había quedado la tienda.
la tienda de mis padres que ahora llevan los chinos.
-porque pensar en eso, imagina que por causas del destino, el camion
hubiese pasado cuando tu estabas en el coche, ahora tú no estarías aquí
conmigo.
Anyelik, tu no tienes la culpa, son cosas que pasan.
-lo se, pero no dejo de lamentar aquello, pensar en que si yo hubiese ido,
la cosa podría haber cambiado.
-anda, deja de pensar eso y vente a la cocina, venía a decirte que he
preparado un tiramisú, tu postre favorito.
Anyelik le miró sonriendo y despues le abrazó muy fuerte.
Después fernando recogió el marco de fotos.
-esta tarde iremos a comprar uno nuevo.
-vale fernandito.
fernando se ruborizó, le gustaba cuando ella le llamaba así.
se fueron a la cocina, anyelik feliz comenzó a comer tiramisú dandole el
visto bueno a fernando.
al cabo de unos minutos llamaron a la puerta, fernando fue a abrir, allí
estaba la que había sido una compañera de fernando cuando él iba a la
universidad.
una chica alta, guapa, rubia de buen cuerpo, un cuerpo ya de mujer.
fernando la invitó a pasar y la sirvió un refresco.
-hola Anyelik.
-hola sonia.
-¿que tal estas?
-estoy bien gracias.
anyelik se quedó en la cocina comiendo triste mientras ellos estaban en el
salon riendo y hablando.
Estuvieron durante una hora así, hablando de los buenos tiempos y de que
haber si quedaban un dia ellos dos y los demas de la pandilla.
Al final
pudo escucharles que quedarían esa noche.
Por fin se
marchó sonia.
-bueno
anyelik, vamos a ir preparándonos para ir a la pastelería que son las 4 y
media.
Ambos cogieron
lo que necesitaban, anyelik cogió también la foto para luego comprar un marco y
después se montaron en la moto de Fernando para ir a la pastelería.
Prepararon
algunos dulces para colocarlos en el mostrador y abrieron la tienda.
En nada
llegaron clientes, era una pastelería bastante famosa en la ciudad, ya no solo
porque el dueño era un joven guapo de ojos azules y pelo negro, ademas de
amable.
Si no por la
calidad de los dulces que preparaban.
Muchas
chicas jóvenes entraban solo para hablar con el y claro está siempre se
llevaban algún dulce, anyelik se ponía celosa cuando las chicas hablaban con
el, sobretodo sonia.
También
venían chicos a ver a anyelik, una chica también amable, de ojos negros y
bonitos, pelo largo y negro también, delgadita, pálida.
A veces les
preguntaban si eran hermanos.
Ellos
simplemente decían que era secreto.
Ya eran las
7 y media, Fernando se acercó a anyelik en un momento de descanso.
-oye, ten el
dinero y ve a comprar el marco de fotos.
-fernando,
yo ya tengo mi dinero aquí.
-que mas da,
compralo con el que yuo te doy, ademas, es el mismo que tu has ganado
trabajando aquí.
-esta bien, pero
espera, ¿y la pastelería?
-tranquila,
yo solo me puedo hacer cargo de ella por 5 minutos.
Ademas,
ahora no hay nada en el horno.
-vale fer.
Esta le dio
un beso en la mejilla.
Era algo que
llevaba todo el dia con ganas de hacer, Fernando volvió a sonrojarse.
Fue
corriendo a una tiendecita de fotografía que había cerca, allí el dependiente
escogió un marco de fotos y se lo colocó
-muchas
gracias señor.
-de nada
pequeña.
Anyelik pagó
el marco y se fue corriendo a la pastelería, allí de nuevo habia chicas mas
mayores que ella y alguna de su edad.
Las chicas
mayores tenían la mayoría cuerpos muy bonitos, pechos mas grandes que los
suyos, vestían de una forma distinta a que ella vestía.
Se miró en
el reflejo de un escaparate, iba con una faldita blanca de adolescente y una
camiseta con un lacito en el tirante, se veía tan infantil, con sus deportivas
de colores, con la cinta en el pelo.
Cerca, ni a
2 minutos habia una tienda de ropa llamada zara.
Miró el
dinero que tenia en su monedero, tenia 63 euros, llevaban en el monedero desde
hacía días y aun no habia tenido la oportunidad de gastarlos.
Rápido se
fue a la tienda y se compró ropa similar a la que llevaban esas chicas, también
un vestido muy sexy y unos zapatos altos de tacon como los de sonia.
Solo le
sobraron 2 euros.
Se fue
corriendo a la pastelería de nuevo.
Esperó un
minuto a que las percas se fuesen y a que Fernando se metiese en la cocina.
Rápido entró
y metió la ropa en su bolso que estaba dentras del mostrador.
La metió a
presión.
Era un bolso
grande donde llevaba cosas de la pastelería y mas, no era el bolso infantil que
tenía en casa para salir a pasear.
-anda, ya
llegaste, tardaste mas de lo que pensaba.
-lo siento
fer, es que habia mucha gente en la tienda de fotos.
-bueno, no
pasa nada, yo solíto me las he apañado bien jeje.
Al cabo de
una hora ya habían cerrado, anyelik cogió el bolso intentando que Fernando no
se coscase de lo abultado que estaba, despues se montaron en la moto y
volvieron a casa.
Nada mas
llegar Fernando comenzó a hacerle la cena a anyelik.
-oye
anyelik, termina de hacerte la cena, tengo que ducharme que mis amigos vendrán
luego y me iré con ellos por ahí.
-ok fer,
espera, ¿tu no cenas?
-no
tranquila, ya ceno por ahí.
Anyelik
terminó su cena y se la comió sola mientras Fernando se ponía guapeton para
salir.
Al cabo de
media hora llamaron al timbre.
-ya voyyyy.
Fernando
abrió la puerta, allí estaban sonia y un amigo de Fernando llamado Samuel, ese
era un cerdo mujeriego.
Se quedaron
en el sofá esperando a otros dos amigos, Ismael y esteban, mejor conocido como
el tio friki pulpo.
Anyelik
observaba a sonia vestida con un vestido muy sugerente, un buen escote,
taconazos.
El vestido
que ella se había comprado esa tarde era similar, muy sexy.
Ademas,
sonia iba muy bien maquillada.
Les
escuchaba hablar a donde irían primero.
Anyelik
rápido fue al baño y cogió el maquillaje que tenía, no solía usarlo, nada mas
que se daba mascara de pestañas de vez en cuando, pero esta vez se iba a
maquillar bien como sonia.
-bien, no
creo que sea difícil, se me da bien dibujar y esto ya lo he hecho antes.
Comenzó a
maquillarse, una base de maquillaje, unas sombras de ojos negras y plateadas,
pintalabios rojo oscuro, rímel, colorete.
Despues
soltó su pelo de ese par de coletas, su largo pelo ondulado por debajo de la
cintura.
Cogió la
plancha del pelo y se hizo unas ondas por la parte de adelante.
Despues del
bolso sacó la ropa sexy mientras el otro par de amigos llegaban.
Se echó una
ojeada antes de salir, estaba irreconocible.
-anyelik me
marcho, no abras a nadie.
-vale fer,
hasta luego.
Andar sobre
esos tacones era algo extraño pero pronto le cogió el ritmo, Fernando ya se
había marchado con sus amigos.
Ella salió
de casa y echó la llave.
Por la calle
los tios la miraban, algunos la decían cosas guarras.
Es que
estaba realmente sexy, no parecía ella.
Se dirigió a
la facultad, una zona llena de bares.
Allí habia
muchas chicas vestidas similar a ella, parecía putones, iban con un vaso de alcohol
en la mano o fumando.
A anyelik no
le gustaban esos vicios pero a las chicas mayores si, como por ejemplo a sonia.
Entró en el
local, allí a lo lejos vio a Fernando con sus amigos, sonia estaba ahí bebiendo
y Fernando también, ella odiaba verle beber.
Samu en
cambio estaba desaparecido, lo mas seguro que ligando con chicas.
Anyelik se
sentó en uno de los taburetes.
-que quiere.
-oh, nada,
no quiero nada.
-Sírvale un
cacique mojito a esta señorita, ya lo pago yo.
-ok,
marchando un cacique mojito.
-oye guapa,
cual es tu nombre.
Anyelik se
giró, era el cerdo de Samuel.
-hostias
sorpresa, pero anyelik, sabe Fernando que regentas estos sitios.
-shhh,
calla, porfa, no se lo digas, y no vengo a beber, así que eso que has pedido te
lo bebes tu, es que….
-cuanta
cuenta.
-pues,
quería provocar a Fernando así vestida, crees que lo conseguiré.
-ennm, vale,
seré sincero, estas buenísima y si no fueses anyelik intentaría ligarte para ya
sabes que, pero a lo que íbamos, Fernando en cuanto te vea, mas que provocarle,
te va a regañar.
En serio….
Acaso, estás
enamorada de el.
-si, pero
ese es nuestro secreto vale.
-jeje, soy
una tumba, no se lo diré.
Bueno, me
voy a buscar chicas desvirgadas, si un baboso te molesta, avísame.
-vale samu,
y gracias.
Anyelik se
quedó entada observando a Fernando beber y hablar, estaba muy alejado.
Anyelik se
levantó para acercarse mas a él pero se chocó sin querer contra una tipa que
empezó a insultarla.
-seras
imbécil, me has echado encima todo el cubata retrasada.
Anda y vete
a casa con tus padres, ¿no eres muy pequeña para estar aquí?
-lo siento
de veras, no quería.
-oye amanda,
que ocurre.
-nada, que
este piojo me ha tirado el cubata.
-maldita
niña, vamos a enseñarle que este no es lugar para niñas pequeñas.
-no
soltadme, dejadme en paz.
-dejad en
paz a esa chica zorras.
-oye, tu
eres su hermano o algo, cuida mas a esta niña que no se escape de casa.
-anyelik,
pero que coño haces aquí, y encima, vestida y pintorrejeada de esa forma,
pareces una miniprostituta.
-yo, yo
solo…
Anyelik se
marchó corriendo mientras las lagrimas caian por su cara, pero perdió el
equilibrio con los tacones cayendo al suelo.
-ayy, mi
pierna.
Fernando la
cogió en brazos, la gente estaba mirando como ocurría todo.
-anda que,
volvamos a casa, chicos, me marcho, continuad sin mi.
Fernando la
llevó a casa en brazos, anyelik le miraba desde abajo, su cara estaba muy
sería, estaba realmente enfadado seguro.
Despues al
llegar la tumbó en el sofá.
Allí sin
decir una palabra la curó el tobillo.
Despues
cogió unas toallitas y empezó a limpiarla el maquillaje.
-maldita
sea, quítate ya esa porquería de la cara.
-fernando,
estas enfadado conmigo.
-si que lo
estoy, que pasaría si yo no hubiese estado, si un guarro te acosa o algo.
-lo se, por
favor, perdóname fer, yo no quería aguarte la noche.
-esta bien,
te perdono, pero me gustaría saber, porque narices te has vestido de esa forma
y has venido al mismo local que yo.
-es que, yo
quería que te fijaras en mi.
A lo mejor
si aparentaba ser mas mayor pues…
-pues que.
-nada.
-anyelik, no
necesitas llamar mi atención vestida de puton ni aparentando ser mas mayor, a
mi me gusta la anyelik inocente de 15 años.
¿No habras
bebido?
-no, samu se
bebió el cacique mojito que me pidió.
-maldito
cerdo, intento ligar contigo.
-pero no te
enfades con el, en cuanto vio que era yo dejó de intentarlo y me dijo que si
necesitaba ayuda le llamase.
-este
Samuel, porque no me avisó.
-bueno, deja
el tema ese y no le regañes porfa.
-bueeeno,
haré la vista gorda esta vez, anda, vamos ya a dormir que es muy tarde, y
quitate esa ropa ya anda.
Ah, y
dúchate, hueles a tabaco y miles de cosas mas de estar en se ambiente.
Anyelik se
fue al baño y se metió bajo el agua de la ducha, se quitó bien toda la pintura
y despues de ducharse se envolvió en la toalla.
Se secó bien
y después se quedó mirando su cuerpo en el espejo.
Cogió una
cuchilla con la que Fernando se afeitaba la barba y se depiló ahí abajo.
Nunca lo
habia depilado completo, solo las ingles para cuando iban a la piscina o la
playa.
Se miró la vagina un buen rato en el espejo.
-anyelik, me
voy a acostar, cuando termines ve a dormir tu también que es muy tarde.
-vale Fer.
¿Le gustará
mi chochito?
Anyelik
metió su dedito corazon en su pequeña rajita virginal.
-un dedito
no duele, pero, lo suyo es mas grande y seguro me hace daño.
Despues
volvió a mirar su cuerpo, tenia una talla 85-90, no eran ni grandes ni
pequeños, estaba muy delgada pues era su constitución, aun así, su cuerpecito
era de niña aún.
-arg, estoy
tan enamorada de él, no me importaría perder la virginidad con 15 años si fuese
él el que me la quitase.
Solo quiero
que sea con él.
Pero, quizás
solo sea eso, una niña pequeña a la que tiene que proteger.
Anyelik
salió del baño sin vestir dispuesta a meterse en la cama con Fernando, ya en
varias ocasiones habían dormido juntos, pero solo eso, ella abrazada a él esas
noches frías de invierno.
Ahora era
primavera, refrescaba aun por las noches, así que, era la excusa perfecta.
Ella abrió
la puerta de su habitación.
-anyelik,
¿que te pasa?
-es que, hoy
tengo frio, ¿puedo dormir contigo?
-anda venga,
metete rápido.
Anyelik se
metió en la cama con él, este fue a abrazarla para transmitirla su calor cuando
de pronto, se dio cuenta que estaba desnuda.
-anyelik,
pero se puede saber que haces desnuda.
-es que, no
te gusta que duerma así contigo.
-anyelik por
favor, si vas a andar jugueteando así mejor vete a tu habitación, y haz el
favor de vestirte.
-no me voy a
ir Fernando, esta noche me quedaré contigo, a ver porque no puedo estar
desnuda.
-anyelik, yo
ya soy un hombre y no puedo responder a mis actos.
-que te
pasa, que no quieres ponerte cachondo por culpa de una niña a la que tienes que
proteger.
Fernando,
por favor, enciende la luz y mira mi cuerpo.
-anyelik, no
voy a hacer eso.
Ademas, que
estupideces esta diciendo.
-por favor
Fernando, si no enciendes la luz y me miras me voy a quedar toda la noche aquí
a tu lado y sin ropa.
-¡anyelik
basta ya, vete a tu habitación!
anyelik
comenzó a llorar y se pegó fuerte a el.
Fernando no
soportaba verla llorar.
Sus brazos la
rodearon aun sabiendo que estaba desnuda, lo cierto es que estaba muy excitado
teniéndola así tan cerca.
-que te pasa
en serio, porque hoy actúas de esa forma, parece que quisieras aparentar ser
mas mayor.
-es que, es
eso lo que quiero.
-¿pero
porque?
-porque… yo,
estoy enamorada de ti, pero tu, solo me ves como a una niña, pienso que jamás
podría gustarte por aparentar eso, una niña.
-te
equiocas.
-¿Cómo?
-yo también
estoy enamorado de ti desde hace años, a mi me da igual que parezcas una niña,
yo te quiero por como eres, tu forma de ser.
-fer, ¿lo
dices en serio?, no estarás mintiéndome para que deje de llorar.
Fernando dio
la luz y la destapó.
Miró su
cuerpo desnudo.
-joder,
estas realmente buena.
Mierda, si
hasta te ha depilado.
Fernando se
acercó a su boca y la besó.
Fue un largo
beso, Fernando estaba deseando besarla en los labios desde hacía mucho.
-fernando,
quiero hacerlo contigo.
Este se
apartó.
-no me digas
eso anda.
Ella le
miraba desde abajo abrazandole por el cuello.
-en serio
fer, quiero hacerlo contigo, no puedo esperar a ser mas mayor.
-anyelik, no
quiero hacerte daño, parecer un aprovechado.
-no eres un
aprovechado, soy yo la que quiero, la que te estoy provocando, tu eres el que
se resiste.
Por fa fer,
tengo muchas ganas de saber como se siente, pero solo contigo.
-pero, en
serio, ¿me lo estas diciendo en serio?, quieres que te lo haga.
-si
Fernando, ahora mismo.
Fernando
volvió a besarla con pasión, sus labios juntos, era algo que ambos deseaban
desde hacia mucho.
Sentir su
saliva fundirse, la suavidad de sus labios.
El sabor de
sus bocas.
Despues
Fernando se fue desnudando.
-tengo
curiosidad de ver como es eso.
-el que, ¿mi
pene?
-seguro es
grande, yo nunca he visto uno salvo por internet en los espanes guarros.
Ayyy, estoy
nerviosa.
-tranquila,
voy a hacértelo suave, intentaré no hacerte daño.
Fernando
terminó de desnudarse.
Anyelik se
tapó los ojos porque le daba vergüenza mirarle desnudo.
-anda, ahora
te tapas.
-es que, me
da corte mirarte y que me veas mirar.
-ajajaja, no
pasa nada, anda, quitate las manos de la cara y mirame todo lo que quieras.
Anyelik
poquito a poco miró entre sus dedos, allí estaba el cuerpo de Fernando, el
cuerpo de un hombre.
El estaba
depilado, podía ver sus abdominales marcados, y ahí mas abajo, su miembro duro y
grande ya desarrollado.
Anyelik se
quedó impresionada de ver eso y se asustó un poco, era mas grande de lo que
ella se lo había imaginado.
A ver, el
era ya un chico de 20 años.
Esta gimió y
volvió a taparse.
-¿Qué te
pasa?
-es muy
grande fer, y si no entra.
-jeje,
entrará tranquila.
Fernando la
apartó las manos de la cara.
-pero que
mona eres cuando te sonrojas.
La volvió a
besar.
-fernando.
-que te pasa
mi niña.
-te gusta
como se ve lo mio así depilado.
-voy a
mirártelo otra vez que solo te he visto el pubis.
Fernando fue
ahí abajo, ella abrió un poquito las piernas.
Allí vio sus
pequeños labios palidos y algo rosaditos.
Estos
sobresalían graciosos.
Acercó sus
dedos y los acarició.
Anyelik
volvió a sonrojarse y llevó su par de manitas a su boca.
-¿Cómo te
gusta que te toque?
Anyelik se
incorporó.
-Fer, ponte
en la cama ahí sentado, me siento encima de ti y te enseño.
Fernando
obedeció.
Ella le
agarró su mano derecha y llevo sus dedos a los labios, ella colocó los suyos
sobre ellos y comenzó a moverlos del mismo modo en que ella se masturbaba.
Lento,
apretando fuerte ahí.
A Fernando
le encantaba la suavidad de esos labios tan blanditos.
Después ella
le dejó libre y el continuó.
Estuvieron
así un minuto.
-fer, quiero
que metas tus deditos ahí, quiero ver como se siente.
Cambiaron la
postura, anyelik se sentó en la cama apoyada en la cabecera abierta de piernas,
Fernando introdujo su dedo corazón, estaba muy mojadito, después introdujo otro
dedo mas, estaban tan apretaditos allí abajo, seguro que la dolería al meter su
pene.
La acarició
por dentro apretando hacia arriba.
Anyelik
comenzó a decir su nombre.
-fernandito,
me gusta, me gusta mucho, ya quiero que me la metas, tengo muchas ganas fer.
Fernando
sacó sus dedos ya arrugados y se lanzó a su boca.
-te amo anyelik.
No sabes
cuanto.
Allí se
besaban mientras ella le decía que por favor la penetrase ya.
-bien,
¿preparada? Que voy.
-venga fer.
Fernando
comenzó a entrar, ese lugar estaba tan pequeñito.
Ella le
abrazaba fuerte sintiendo ese dolor.
-fernando,
me duele, por favor.
El la agarró
fuerte de la mano y la mordió el cuello.
Anyelik
apretaba fuerte su mano y le clavaba sus uñas.
-auch fer,
en serio, me duele mucho.
-si quieres
paro.
-no, no
pares, metela hasta el fondo.
Fernando
entró hasta el fondo, ella gritó y lo agarró con fuerza.
-me duele
mucho fer, en serio.
Fernando se
la sacó, allí vio su pene lleno de sangre, su rajita llena de sangre.
-si quieres
lo dejo, no quiero hacerte daño anyelik.
-fernando,
hazlo, aunque me duela, tarde o temprano tendras que volver a entrar dentro de
mi y me dolerá igual, aguantaré fer, ademas, también he sentido un gustito,
aunque mezclado con mucho dolor.
Venga, entra
otra vez.
Fernando volvió
a entrar, de nuevo su pene aprisionado en esa pequeña cavidad recién
descubierta.
-venga,
hasta el final fer, aunque me duela.
Fernando llegó
hasta el fondo, ella volvió a gritar y le clavó las uñas en la espalda.
Tanto le
apretó, que hasta a él le dolió.
El se quedó
unos segundos quieto mientras los ojos de anyelik permanecían cerrados apretándolos
con fuerza.
-fer, sigue.
Fernando comenzó
a moverse a la par que la besaba.
Poco a poco
sentía que podía deslizarse mas fácilmente por aquel pequeño lugar.
Era un sitio
tan calentito, tan estrecho.
Le estaba
dando tanto placer, no era como cuando se acostaba con las chicas esas con las
ligaba esas noches de marcha con sus amigos.
Ya no porque
ellas estuviesen mas abiertas que el hospital publico, si no porque no las quería
para otra cosa, en cambio, el hacerlo con anyelik era distinto, estaba con la
persona que mas quería.
Eso era un
placer distinto.
A Anyelik le
dolía, pero también sentía placer, era algo muy extraño, no sabia si estaba
disfrutando o si eso era molesto.
Solo sabia,
que el que Fernando estuviese dentro de ella la ponía muy cachonda e incluso el
dolor ese la gustaba.
Quizás pareciese
un poco masoquista eso, pero, el que el chico que tanto quería tuviese su pene
tan dentro de ella la volvía loca.
Mientras el
se movía, pensaba cosas por el estilo de:
Como me
pone, el ya es un hombre, con ese pene tan grande, oh si, me está penetrando un
hombre ya desarrollado, con ese pene, luego me echará todo el semen.
Espera, el
semen.
-fernando,
luego, no te corras dentro de mi.
¿No querrás
ser papá ya tan pronto?
-jeje,
tranquila, tengo control, dentro de ti no voy a echarte nada.
-fernando,
te gusta mi chochito por dentro.
Te da
gustito.
-oh si, me
encanta, no sabes lo que estoy disfrutando.
Por cierto, ¿no
te haré mucho daño?
Si te duele
mucho puedo parar un poquito.
-no, tu
sigue, me gusta mucho, vale que me duele, pero también siento placer.
Los dos
siguieron así durante unos minutos mas.
Fernando mordía
su cuello y anyelik de vez en cuando gemía, no se sabe si de dolor o placer.
-cuanto te
quiero anyelik, no sabes lo feliz que me estas haciendo ahora mismo.
-fernandito,
yo también estoy feliz, ahora que por fin te he confesado lo que siento y te
siento así tan cerca.
-oh joder,
te amo tanto.
Y así una y
otra vez en mitad de la noche haciendo el amor, solo les alumbraba la luz de la
luna que entraba por la ventana.
El sonido
del amor, sus bocas fusionarse repetidas veces, su saliva jugando entre sus
bocas, el sudor, todo junto, Fernando acariciaba la pierna de anyelik que le
rodeaba.
Mirarse a
los ojos, mirar los bonitos ojos de cada uno, ella desde abajo, el desde
arriba.
Anyelik acarició
su pelo encharcado en sudor, su pelo negro y despeinado, sus bonitos ojos
azules.
Era tan
guapo, estaba tan bueno.
El de nuevo
besó sus labios, así hasta que explotaron.
-por favor
fer, mas rápido, dame con mas fuerza, aunque me duela, me estas matando
igualmente, esto me gusta demasiado.
Fernando comenzó
a embestirla a mas velocidad, llegando hasta lo mas profundo de su vagina,
estaba tan sumamente mojada que al subir y bajar podía escuchar su vagina y le
salpicaba flujo por los muslos.
Anyelik lo
agarraba fuerte por las manos y jadeaba sin descanso, tenía la mirada perdida
dios sabe donde.
-asi fer,
asi, asi, asi….
Oh fer, me
gusta, mucho fer.. fer, fer, fer….
A veces
decía frases sin sentido o mal construidas, las decía jadeado entre suspiros.
Fernando la devoraba
el cuello y ella deslizaba sus brazos de arriba abajo y le arañaba la espalda
resbaladiza a causa del sudor, así hasta que las clavó en un punto fijo con
fuerza y comenzó a temblar deteniendo el ultimo jadeo en su garganta y
entrecortada mente vocalizar una A.
Ese era el
momento Fernando cogió mas velocidad y a los pocos minutos se liberó de su
cuerpo y la llenó el vientre de su semen caliente.
Se quedaron
exhaustos mirándose tumbados uno al lado del otro.
Despues Fernando
encendió la luz, la cama estaba manchada de sangre y anyelik de su semen.
Se fijó en su
pene y por alrededor, el también tenía sangre.
Cogió a
anyelik en brazos y se fueron a la ducha.
Sentó a
anyelik en la taza del váter mientras esperaba a que el agua saliese caliente.
Se fue a la
cama a quitar las sabanas manchadas, anyelik se metió el dedito en su vagina,
la dolía un poco y estaba algo dilatada.
Al poco
llegó Fernando con las sabanas y las metió en el cesto de la ropa sucia.
Se quedó
mirando a anyelik ahí sentada, sudada, llena de semen, esa pequeña cosita de la
que estaba enamorado, se la habia metido bien adentro y la habia dejado la
rajita destrozada.
Comprobó que
el agua estaba en su punto y cogió a anyelik, se metieron en la ducha y allí se
quitaron bien el sudor y la porquería de encima.
Despues de
esa noche hubo muchas mas, la siguiente vez ya no le dolió tanto a anyelik.
Y bueno,
cada noche que volvían a repetirlo se lo pasaban mejor.
por fin habían
confesado sus sentimientos y eso es lo que mayor felicidad te da, estar al lado
de quien más amas, cuando ella cumplió los 18 se casaron y por siempre
estuvieron juntos.
FIN.