viernes, 19 de julio de 2013

Historia de amor y fantasía.


Llevaba toda la noche hablando con él.
Aún recordaba esos viejos momentos cuando nos tirábamos horas hablando de nuestras cosas.
Yo podía confiaba en el y le contaba todo, y el conmigo pasaba igual.
En los últimos momentos le sentí algo distinto.
Ya no era como al principio, no se si distante, yo no quería sentirle tan lejos de mi aunque ahora lo está aún más.
No sabía por que cada tenía más necesidad de él.
Me desesperaba a cada instante sin tenerle cerca…
Al final, decidió hablarme por un mensaje al móvil.
Quedaba conmigo esa tarde en el parque, esta vez no era como otras veces, en su casa, recuerdo las tardes viendo gilipolleces en el youtube partiéndonos de risa.
Ya habíamos quedado en el arque en otras ocasiones, pero no se porque así de tan de repente, después de tantos días pasando de mi.
Llegué, allí estaba él.
Empezó a hablarme, él estaba hasta los cojones de la puta vida de mierda, de la gentuza que le rodeaba y de todo en general.
Pero de pronto dijo algo que no me esperaba, aunque no se porque, desde hace algún tiempo, deseaba que alguna vez sacase el tema.
-Me gusta tanto estar cerca de ti, hablar contigo, eres la única persona que de verdad me entiende.
Y yo no quiero jamás que esto se joda, por mi culpa, por culpa de lo que siento.
De pronto como siempre suele pasar en estos momentos, una llamada al movil, sus padres.
Hablando de algo que había pasado con alguien, gentuza vamos.
Ya estaba mega rallado por todo, se juntaba cualquier cosa dentro de esa bola, y cada vez estaba más llena.
Le llamaban para ir a casa a esos asuntos.
Colgó, tiró el movil contra el suelo.
Yo se lo recogí e intenté calmarle.
Después se montó en su moto sin despedirse, se fue todo lo rápido que pudo.
Después me fui a casa.
Al día siguiente cuando se calmase, ya me contaría que pasaba.
Pero al día siguiente no llamó, ni mensaje, le fui a llamar yo, pero no contestaba.
Después llamé a sus padres, estaba tan preocupada, solo deseaba hablar con él.
Después de que su padre contestara al teléfono y me comenzase a hablar, allí se oscureció todo mi futuro.
La peor noticia que muchos pueden recibir.
Yo no lo podía asimilar…
Nunca más le volvería a ver.
Amargamente mis lagrimas resbalaban por mi mejilla cayendo a la manga de mi sudadera.
Tuvo un accidente con su moto, en pleno anochecer, en una carretera a las afueras.
Se había cruzado contra un coche con una niña detrás y el se había salido de la carretera para esquivarlo y se había matado.
Después de eso, me sentí profundamente sola, nunca nadie fue como él, nadie me comprendió como él.
Unos meses después, empecé a sentir que alguien me escuchaba.
Yo comencé a hablar sola, con la esperanza de que él me escuchase.
A veces sentía caricias en mi brazo, mi cara.
Una brisilla que de pronto venía, con todas las puertas y ventanas cerradas.
Cosas que desaparecían y aparecían en otro sitio.
Y a veces me venía un extraño olor como a plástico quemado.
Después de tres años, fui a una vidente, mi nueva amiga me recomendó ir, pues ella va por otros problemas.
En esos 3 años, habían pasado muchas cosas, la muerte de mis dos abuelos con los que vivía, ahora yo vivía sola en un piso muy grande y vacío.
Esa mujer empezó a hablarme de cosas que en mi vida se las había contando a nadie.
Solo las sabía yo.
Fíjate, yo no creo nunca a esa gente, pues siempre poco a poco te sacan las cosas y se las dan de adivinos, pero esta mujer sin decirle nada, lo supo todo, cuando de repente me dijo, que alguien me acompañaba, un chico moreno, con un casco de moto.
Yo ya me estaba haciendo a la idea de que podía ser él.
Cuando me dijo su nombre, ya flipé.
Fernando.
Entonces, ya comprendí todas esas cosas que sentía.
Todo este tiempo hablando sola, estaba hablando con él.
No sabía que hacer al llegar a casa, me senté en mi sofá a ver la tele, y empecé a tocarme los labios, siempre cuando estoy aburrida me los pellizco.
Entonces, sentí su boca cerca de mi, y le eché el aliento, eso parece ser que le gustó.
Después de eso, yo bastante ilusionada, todos los dias tenía charlas con él, y le preguntaba como era vivir así, aunque no podía oir su respuesta, pero me gustaba hablarle y preguntarle cosas.
Preguntas tipicas, como que, si él me tocaba, si podía sentir el tacto de mi piel, o  que si podía olerme, y tantas otras cosas.
Yo siempre he sido un poco especial, pues tengo el sexto sentido algo desarrollado.
En mis sueños veo todo, le veía a él.
Y entonces en alguna ocasión le pude oir algunas de sus palabras o frases.
Me ha dicho en varias ocasiones que me quiere.
Que está enamorado de mi.
Siento que me toca las manos.
Y cuando me tumbo en la cama, en se tumba conmigo y me abraza.
Dejenme decirles, que los que tanto desean morirse para acabar así con sus penas, no lo hagan, pues siguen sufriendo, los fantasmas siente y padecen igual que los humanos, no sentiran dolor cuando se golpean, ya que atraviesan todo, y no tendran sed ni hambre, ni ganas de ir al baño, pero tienen sentimientos, y sufren igual que nosotros, y prefiero mil veces un dolor de muelas o de la regla, a el dolor del corazon.
Lo primero se cura con medicinas, lo segundo no.
De nada sirve estar muerto.
Tantas veces que le hablaba, que deseaba estar con él, tocarle, verle oirle hablar.
Yo a veces le podía oir a él decirme cosas, pero me cuesta mucho oirle, mi don no está desarrollado.
Siento que me besa, que me toca las manos cada dos por tres.
No podía mas, quería tenerle como al principio, algo tangible.
Muchos lo atribuirán solo a lo material, poder acostarse con alguien y otras cosas.
Pero yo necesitaba tocar su piel, mirar sus ojos,  oir su voz, hablarle y oir su respuesta.
Deseaba tato todo eso, se lo decía cada dos por tres, y a veces podía oírle responder, que él también.
Ese día fui a clase como todos los demás, un día normal y corriente aburrido y sin gracia, o así pensaba que sería.
Salí de clase, siempre me voy por el lado derecho según salgo, pero algo me hizo mirar al frente, allí estaba él, más mayor, como era posible,estaba soñando despierta.
Algo dentro de mi que no podía comprender.
Pero que me daba la mayor felicidad que podría necesitar.
Mi única reacción fue ir corriendo hacia él y tirarme a sus brazos.
Entonces el me sujetó y nos besamos en la boca.
Las miradas de la gente como preguntándose que hacen esos dos.
Deseaba que todo el mundo nos miraran y sintiesen celos de vernos juntos y felices.
Después, me monte en la moto que traía, me abracé fuerte a su espalda.
Me llevó a un chalé que tenían sus padres en un pueblo de los alrededores.
Después de entrar por la puerta.
Le pregunté como era esto posible.
Me dijo, que solo era por poco tiempo, le habian dado esa opotunidad de estar conmigo por un día.
Exactamente 24 horas.
El estaba preparado para que le preguntase cualquier cosa, incluso me djo, que si quería que nos fuésemos al algún sitio.
Yo le respondí, que con estar cerca de él me bastaba, aunque fuese en ese pequeño chalé.
Entonces nos besamos más.
Medio desnudos sobre el sofá, cogimos y nos levantamos.
Nos fuimos a la habitación del fondo, esa era su habitación en vida.
Y me besó todo el cuepo y terminó de desnudarme.
Mirarle a los ojos me hacía sentir feliz.
Sentir su cuerpo tan pegado a mi.
Como iba entrando poco a poco en mi interior.
Sus movimientos sobre mi me hacian volar.
Me encantaba verle sudar.
Sus ojos de nuevo.
Sus besos.
Así una y otra vez.
Su voz tan cerca de mi oido.
Su respiración.
Y cuando llegó al final, con fuerza agarrarle por la espalda con mis manos.
Se tumbó a mi lado.
-Ojalá tuviese fuerzas en este mismo instante para hacer de todo lo que t quieras.
Yo me giré y me quedé mirandole a los ojos.
Y después vi como se durmió.
Cuando despertamos nos fuimos por ahí, hablamos  durante largo rato, y volvió a llegar la noche, y toda la noche con él de juerga.
Ya faltaba poco para que se fuese.
Me despedí de él.
Sabiendo que él seguiría detras mio, y podría seguir hablando con él.
Nos dimos el ultimo beso y cuando abrí mis ojos, el ya no estaba, con mis manos toque´algo transparente que habñia frente a mi, lo noté, el seguí ahí.
Después me fui a casa.
Uno de esos días estaba en el coche para ir al dentista, tenía la radio puesta, cuando de pronto sonó una canción, que no me llama demasiado la atención, pero no esta mal, pero al escuchar la letra, le sentí a el, como diciéndome que así será.
Yo te esperare… 
No sentaremos juntos frente al mar… 
Y de tu mano podre caminar… 
Y aunque se pase toda mi vida yo te esperare 
Se que en tus ojos todavía hay amor… 
Y tu mirada dice volveré… 
Y aunque se pase toda mi vida yo te esperare… 
Le sentí a mi lado en el coche, y desde ese día hasta ahora, le sigo sintiendo y hablando con el.

1 comentario:

  1. Anyelik enserio que sabes expresarte, me encanta tu manera de ser tus deseos, ilusiones y lo mas importante tu que tienes a alguien con quien soñar.
    Volviendo a la realidad buena historia esta super XDXDXDXDXDXDDDDD

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