viernes, 19 de julio de 2013

Creepypasta pokemon - La maldición de la momia


El camión de mi padre había vuelto de su expedición arqueológica.
Siempre estaba a fuera casi todo el tiempo, y a mi me hacía ilusión verle.
Yo estaba ansioso esperándole en el salón, mi madre tardaba mucho en regresar con el, con quien estaría hablando.
Luego la vi regresar con lagrimas en los ojos, mientras que los amigos de mi padre, traian un enorme ataud.
Después de decirle varias veces a mi madre que lo sentian mucho, y que si necesitaba algo ahí estaban ellos, se largaron.
Mi madre se sentó en una silla de la cocina aún llorando, me llamó, yo fui, tenía tanta intriga por saber por que mi padre no estaba aquí ya.
Comenzó a hablarme, no me lo podía creer, ya nunca más le vería.
Yo también lloraba, pues aunque tuviese 9 años, ya sabía lo que era la muerte, cuando mi pequeño sentret murió al ser atropellado por un coche.
Parece ser, que mi padre visitando una de las piramides en Egipto, desapareció, y solo encontraron mucha sangre y su ropa, buscaron durante largo tiempo, pero no encontraron nada, solo este ataud que él había buscado durante tanto tiempo.
Entre mi madre y yo preparábamos la cena sin ganas, más bien ella la preparaba para mi.
Yo ponía la mesa, ella removía la sopa.
Después de cenar no me apetecía hacer nada, solo jugar a los videojuegos para olvidarlo todo, pues si me tumbaba en la cama, se que no dejaría de pensar en mi padre.
Mi madre ya se había ido a su habitación.
De pronto, mientras me pasaba una pantalla del mario bros, comencé a sentir una extraña presencia, como un olor a viejo y corroido, y la pantalla de mi gameboy empezó a tener interferencias, que cosa tan extraña.
Apagué el juego, y me metí en la cama.
Estuve horas pensando en él, hasta que me dormí.
Soñaba con mi padre, que estabamos juntos e íbamos en su coche a explorar, de pronto, unas manos oscuras lo agarraban y una gran sombra se lo tragaba, sentía como asfixia.
Desperté y pude ver como una sombra rapidamente cruzaba el techo de mi habitación y salía por la puerta.
Yo muy asustado fui a decirselo a mi madre.
Mi madre y yo fuimos a investigar por si era alguien que había entrado, pero no vimos nada, de pronto, un jarrón calló al suelo, rapido encendimos las luces, menos mal, solo era purrloin.
Mi madre recogió el estropicio, cuando yo me fijé que el ataud estaba entre abierto, yo fui a cerrarlo, cuando de pronto me dio un escalofrio que me hizo quedarme tiritando durante un rato, mi madre al verme así, me llevó a mi habitacion, y me trajo un vaso de leche caliente.
Después de un rato volví a dormirme, pero ya no pasó nada más.
Al día siguiente estaba con la pelota jugando solo al baloncesto, cuando al ir a recoger la pelota, esta se fue hacia otro lado, fui a cogerla otra vez, pero esta empezó a desinflarse.
No podía comprender que estaba pasando, fui a recoger lo que quedaba de la pelota, pero al levantarla empezaron a salir gusanos y la tiré contra la pared.
Un vecino me vio hacer eso y me regañó pensando que yo había hecho eso.
Mi madre salió al ver el alboroto y rapido me metió en casa mientras a fuera discutía con el vecino.
Fui a por algo de comer a la nevera, pero de pronto sentí un gélido aliento en mi oido que me dejó paralizado y el vaso que tenía en mi mano cayó al suelo haciendose mil pedazos.
Yo grité desesperado por todo, la pelota, el vecino, todas esas cosas raras, mi padre.
Mi madre entró corriendo y entre sus brazos me acurrucó, sus lagrimas caian en mi cabeza y las mias en su falda.
Ya llegó de nuevo la noche, cerré mis ojos sobre mi cama tumbado, figí dormir,  purrloin se quedó a mi lado, al cabo de unos pocos minutos, pude oir un ruido abajo en el salón, purrloin se quedó al acecho.
Lentamente oirmos unos pasos que subían por las escaleras, temblabamos de miedo, cada vez más cerca, vi algo que habría la puerta.
Una mano blanca.
Cerré los ojos con fuerza deseando que todo fuese una pesadilla y que al abrirlos ya no hubiese nada, pero al volver a abrirlos, pude ver una horrorosa cara mirarme, yo grité y purrloin se lanzó sobre ese horrible ser.
Di la luz, era una momia, le aticé con mi bate de beisbol y la momia se transformó en una sombra que rapido huyo por donde había venido.
Purrloin rapido fue detras de ella, yo le seguí.
Pude ver como esa sombra se metía dentro del ataud.
Rapido le fui a abrir para atizarle de nuevo con el bate, pero no había nada.
Yo desvelado me metí en internet para buscar información, y encontré una imagen que representaba claramente lo que había visto.
Un pokemon llamado Cofagrigus.
Esta era la descripcion que vi en internet.
En antiguas leyendas, una vez se dijo que Cofagrigus podía comer seres humanos y convertir sus cuerpos sin vida en momias. También tiene la habilidad de formar dos pares de brazos que puede esconder como forma de defensa. Su verdadero rostro está cubierto por unas piezas que se deslizan hacia afuera cuando Cofagrigus se despierta. Tiene cuatro brazos de los cuales puede utilizar dos para detener a su rival y atacarlo con los otros dos brazos.
Él y su pre-evolución eran los compañeros de reyes y faraones por lo que no es de extrañar encontrarlos en pirámides o en ruinas.
Yo flipé, era exactamente el mismo ataud que vi abajo.
Purrloin y yo fuimos a por el, cuando al levantarme y girarme le tenía detras, con el sarcófago incluído.
Purrloin le arañó, pero poco hizo, entonces le mandé usar pulso umbrío, este le hizo mucho daño al ser un ataque siniestro.
Le dije que lo usase una y otra vez, hasta que cayó debilitado al suelo.
Después, d eun cajon de mi escritorio saqué una pokeball y lo capturé.
Tiempo después, este pokemon me llevó a la piramide, allí pude encontrar el cadaver de mi padre convertido en momia.
Yo no sabía que hacer, no podía quedarme con el pokemon que asesinó a mi padre, entonces lo liberé, pero al ir a giarme, este me atrapó en su sarcófago…. Ahora solo veo oscuridad.

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